La salsa de soja, como cualquier alimento, tiene sus pros y contras a la hora de incluirla en nuestra dieta. Conozcamos este condimento en profundidad para valorar qué lado de la balanza tiene más peso.
Antes de hacer ningún juicio de valor, analicemos al detalle los componentes de este vegetal:
– Es una rica fuente de proteínas (34 por ciento) y, por tanto, también de aminoácidos, aunque es verdad que la presencia de cisteína y metionina es baja.
– Presenta unos buenos niveles de grasas poliinsaturadas y licitina (17 por ciento), es decir, grasas saturadas, lo que lo convierte en un producto rico en colesterol.
– Al presentar hidratos de carbono (33 por ciento) y poca azúcar, tiene cualidades saciantes y favorece la digestión.
– Además también incluye los aportes beneficiosos de diferentes vitaminas, como la A, B1,B2, B6, C y el ácido nicotínico, entre otras.
– Por último, además hay que mencionar su aporte mineral (hierro y calcio).
Teniendo en cuanta estas cinco apreciaciones se extrae que la soja es un producto bueno para la dieta. Sin embargo, no se puede dejar de lado que muchas de estas cualidades se pierden si el producto no es preparado de la forma tradicional nipona, es decir, fermentándolo. Una de las mejores formas para juzgar la calidad de la salsa de soja es su color, éste debe ser rojizo y nunca marrón.
Mitos y verdades sobre la soja
Cáncer – Frente a las opiniones que acusan a ese vegetal de ser causante de ciertos tipos de cáncer, las investigaciones médicas recientes aseguran que tiene una influencia positiva sobre ésta. Al ser rico en fitatos, isaflavonas y ácidos fenólicos no sólo ayuda en el proceso de cura, sino que también disminuye el riesgo de padecerla.
Diabetes – Debido a su composición de aminoácidos (glicina y arginina) la soja hace al cuerpo menos resistente a la insulina y, por tanto, ayuda al control de la glucosa.
Colesterol – Como hemos explicado antes, al poseer grasas poliinsaturadas, la inclusión de la soja en la dieta ayuda a bajar la concentración de colesterol LDL.
Digestión – La fibra y los ácidos grasos esenciales que la componen, la convierten en un producto que beneficia y facilita la digestión y ayuda al metabolismo, por lo que se movilizan las grasas.
Feminización – En lo que se refiere a los fitoestrógenos presentes en la soja. Se ha probado que estos provoquen problemas de fertilidad, pero sólo en casos en los que el consumo de la misma es muy elevado.
Aunque todos aspectos mencionados sobre la soja son positivos, se debe tener en cuenta que los beneficios enumerados son consecuencia de un consumo equilibrado y responsable.
Os dejamos también un video interesante sobre el cultivo de la salsa de soja. Eso sí, está en inglés 🙂 La imagen es regulera porque no se subió con mucha calidad pero tiene muy buena información sobre el cultivo de la soja y su transformación en salsa.
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