Nociones sobre el cultivo de soja
Conocidas como las habas mágicas, la soja es, como sabemos, una leguminosa básicamente procedente del este de Asia. Su nombre botánico es el de “Glycine max”, y es un alimento muy rico en nutrientes, especialmente en proteínas. De hecho es la fuente de proteína vegetal más grande que existe.
Por otro lado, es alimento del cual derivan otros muchos otros de los que ya hemos hablado en ‘Salsa de Soja’, como la bebida de soja, el aceite de soja, el tofu, etc.
Un alimento de estas características no trae otra cosa sino beneficios para nuestro organismo. Algunos de ellos son que decrecen los niveles de colesterol bajo, contiene mucho omega-3, reduce el riesgo de sufrir cáncer, ataques al corazón, osteoporosis.
El cultivo de soja en España
El cultivo de la soja depende del país y de sus condiciones climáticas. Incluso existen variedades de soja cuyo crecimiento solo tiene lugar en países determinados.
Para empezar, el cultivo de soja se considera idóneo en unas condiciones climáticas cálidas y húmedas. La temperatura ideal se sitúa entre los 26 y 32º centígrados, aunque a partir de una temperatura de 16º en el suelo, las semillas germinan mucho más rápido. Se estima que la mejor época para el cultivo de soja es durante la tercera semana de Junio hasta mediados de Julio ¿Por qué? Un factor importante para el cultivo de soja como dijimos es el estado del suelo, y además de ello la duración de los días. En verano, hay mayor número de horas de sol, por lo que el suelo siempre estará en unas condiciones de temperatura óptimas.
El propio suelo además deberá de tener un PH situado entre 6 y 7.5 para su mejor cultivo. Deberá de estar más bien seco que inundado, puesto que esto último dañará la cosecha. Por ello es preciso mantener el suelo bien seco en épocas de lluvias y demás.
La proporción ideal para el cultivo de soja es de unos 16kg de semillas por acre (cada acre equivale a unos 4000 metros cuadrados) aunque esto suele variar en función del tamaño de la semilla, el tiempo de siembra, el porcentaje de germinación.
En cuanto a la propia cosecha, se recomienda el cultivo por rotación. Si se siembra en un terreno donde durante la temporada anterior también se ha plantado soja, es muy probable que la cosecha pueda albergar algún tipo de patógeno. Por lo que este tipo de cosecha debería de ser evitada. En el propio terreno los surcos deberían de ser de en torno a 40-50 cm, y que haya una separación de unos 4-5cm entre planta y planta; tratando de introducir la semilla en la tierra no más de 4 centímetros de profundidad.
En el cultivo de soja, la selección de la semilla determina la calidad; lo ideal sería que las semillas proviniesen de una fuente natural, y para evitar que éstas viniesen con algún tipo de enfermedad, se recomienda rociar con 4g de Carbendacima por cada kilo de semillas.
Mantenimiento del cultivo de soja
Por otro lado, el cultivo de soja no requiere de regadío salvo en dos situaciones puntuales. La primera de ellas es si se acontecen largos periodos de sequía, donde con un riego de la cosecha sería suficiente. La segunda sería durante la primavera, donde la cosecha necesitaría entre 6 o 7 riegos.
Las enfermedades de mayor probabilidad durante el cultivo de soja son dos: las Heliothis por un lado, una especie de larvas o polillas que comen las semillas y provocan agujeros en las vainas jóvenes; y por otro lado el Oídio, esta última se trata de un hongo parásito que ataca a las partes aéreas de las plantas. Comienza presentando en la superficie de la hoja, una especia de capa algodonosa que precede a otra amarillenta, tras la cual la hoja se seca. La primera de estas enfermedades puede tratarse disolviendo 2ml de Dimetoat por cada litro de agua, y aplicándolo a las plantas y la segunda de ellas con 4gr/ litro de agua de Dithane M45.
Tras todo esto llega el momento de recoger la cosecha. En general la soja tarda en alcanzar un estado de maduración entre 50 y 145 días. Sabremos que es el momento de cosecha, cuando las hojas de la planta de soja vayan cogiendo un tono amarillento y vayan cayendo. En ese momento las vainas de soja se secarán muy deprisa, puesto que la humedad proveniente desde las semillas decrecerá notablemente.
A partir de ello los tallos podrán ir arrancándose de raíz con la mano, o bien con una hoz. Al ser un proceso algo complejo, el trillado debería de hacerse con una máquina especializada para el trillado de la soja.
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